DE COLESTEROL Y YIGÛIRROS

Publicado en el periódico La República

Los yigüirros, que siempre han estado presentes en este territorio desde antes de la conquista, la independencia, la fundación de la primera y de la segunda república, de la emisión de las garantías sociales, etc,  han venido cumpliendo una misión, que le ha permitido a estas tierras, llegar a ser lo que hoy son y siguen dando una dura lucha para que ellas sigan guardando su identidad dentro del contexto del la vida en el planeta. Este pajarito tiene como misión, distribuir variados tipos semillas de de plantas nativas, para mantener la supervivencia de diferentes especies vegetales y animales, de manera que el fino engranaje de la naturaleza siga moviéndose hacia destinos eternos.

Pero qué sentido tiene ponerle cuidado y tratar de comprender para qué sirven estos emplumados cuando hay que cuidar el colesterol,  el bueno y el malo, los triglicéridos, el ácido úrico, la presión alta, la depre y por supuesto el estrés, que si no se padece no se es moderno, la alergía, el asma, la falta de apetito de los niños, los recibos por pagar, revisar el buzón del celular, los videos juegos. También es más importante desarrollar, ya sea conciente o inconcientemente, mecanismos de control, coodependencia, apego y manipulación dentro de los círculos familiares, de amistades o laborales.

Nada de  gastar tiempo para pensar en esos bichejos que a veces hasta se cuitean encima del carro y que no deben ser muy importantes porque ni se les toma en cuenta en las iglesias, en los moles y en los jardines públicos y habitacionales donde se siembran plantas que en nada les favorecen. En los viveros de plantas ornamentales, las extranjeras y exóticas son las que dominan las ventas y se siembran sin tomar en cuenta que pasarán a incrementar la degradación del ambiente rompiendo los ciclos de la naturaleza.

La inmediatez, nacida de una instintividad perturbada y ansiosa de distracciones y placeres, ha tomado por asalto la inteligencia, la cual se pone a su servicio, perturbando las demandas de la conciencia que exige trascendencia

Lo importante es que todo lo que se haga u ocurra en el planeta, debe ser de utilidad directa y a corto plazo para el ser humano y la sociedad que conforma. Las consecuencias a mediano y corto plazo no se preveen y no importan  No se toma en cuenta  el beneficio real para la persona, considerándola como un ser que al igual que el yigüirro tiene una misión que cumplir dentro del concierto de la vida.

Pero si de utilitarismo se trata, es el canto de los yigüirros sobre todo si se le escucha relajadamente será tan bueno o mejor que tomar vitaminas, melatonina, somníferos, antidepresivos, relajantes, etc. El canto es vibración que llena de energía de vida el entorno que le rodea y nosotros somos parte de ese entorno. Su canto proporciona salud y bienestar. Es un modo de recontactar con nuestro ancestral origen, es acomodarnos un poco a la dinámica de la naturaleza y reconocer la vigencia de sus leyes en nuestra propia humanidad. Es alejarse de la enfermedad. Es reconocer que donde está nuestra casa, estaba su territorio del que fue despojado; que nuestra  mesa, la cama y otros enseres de madera fueron parte del árbol desde donde cantaba cumpliendo su magnifica tarea.

Es posible, que cuando escuchemos su trino recontactemos con nuestra conciencia y queramos por nobleza, ternura y justicia sembrar un arbolito, o poner un comedero para permitirles proseguir el trabajo que el Creador le encomendó y renazca en nosotros el sentido de misión en pro de la vida.

Jaime del Castillo Riggioni 

   2 de abril del 2006                              

Tel : 83-57-60-46

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