DE POBRES A EMPRESARIOS.

 La pobreza como se plantea y se habla en diferentes foros políticos, universitarios, ong´s, etc; justifica discursos y actividades que al final no benefician a nadie. Sirve también para que aparezcan líderes advenedizos y origina negocios, de hecho que para algunos es mejor no resolverla. Se enfoca como solución al problema de la pobreza sobretodo para mejorar la capacidad de sobre vivencia (estilo de vida), sin tomar en cuenta lo que en el fondo lo que le da sentido a la vida es su calidad, Bajo esta óptica se da como un hecho que son la misma cosa. Muchas personas de escasos recursos le echan la culpa de sus desdichas económicas a los ricos, a la mala suerte (se sienten salados de nacimiento), a los gobiernos, al sistema socioeconómico, el no tener una profesión. Muchos ricos dicen que los pobres son pobres por vagos. Verdades a medias porque hay una verdadera confusión, en los marginados y en los acomodados. Esto de ser rico o pobre; es relativo, pues quien desea más de lo que tiene y necesita, siempre será del segundo bando, aunque viva en la opulencia. La calidad de vida no está en relación directa a la capacidad de adquirir bienes y servicios. Esta es ante todo una actitud y la capacidad de cada persona de generar valores humanos en forma consciente, fluida y permanente, en bien de la Creación, ser humano incluido, lo cual crea un gozo interior o sea felicidad. La seguridad de tener casa propia y las comodidades que da el consumo de productos que facilitan el sobrevivir cómodamente pueden dar estabilidad, todo lo cual es muy importante pero no generan por sí mismas felicidad. Hay personas adineradas pero infelices que llegan al final de la vida demacradas espiritualmente, igual que como le pasa a muchos pobres. Un buen estilo de vida no sustituye la necesidad interior de todo ser humano de desarrollar una buena calidad de vida. Ambos términos no son sinónimos. No confundir felicidad con placer es esencial. Este último es la gratificación de los sentidos y los instintos. Por ser efímero algunas personas buscan la felicidad en un frenesí de consumo y distracciones. Al no poder complacerse con muchos placeres, muchos se sienten pobres. Hay que enseñar a los niños desde la escuela a hacer negocios y volverse industriosos, a los colegiales a convertirse en empresarios para que sean capaces de autosustentarse. De nada sirve regalarles la comida en esas instituciones si cuando adultos, no funcionan como triunfadores y seguirán sintiéndose menesterosos y pobrecitos que tienen que vivir gratis. Pero que parte de esa formación sea también fortalecer una dinámica de vida que los lleve a hacer del estudio, trabajo, familia, alimentación, deporte, diversión, etc, caminos de crecimiento personal para dimensionar su existencia como seres humanos. Dando por sentado que no hay felicidad sin crecimiento personal. El problema de la pobreza va más allá de una visión simplista, no es únicamente que la persona pueda sobrevivir decorosamente mientras llega a vieja, es que esa estabilidad socioeconómica le permita realizarse, crecer y como ser humano.

 

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