Todo ser humano es un proyecto de Dios único e irrepetible. La palabra proyecto significa algo que esta por realizarse y el proyecto termina cuando se alcanzaron sus metas.
Los humanos desde que somos concebidos en el vientre materno somos un proyecto, por eso todos los días somos diferentes, por ejemplo cuando se ésta en el proceso de desarrollo físico y mental la persona cada día es diferente. El plano físico termina de desarrollarse naturalmente cuando alcanza la edad adulta. El desarrollo psicológico se prolonga más y alcanza su madurez poco después del físico y termina su evolución cuando la persona ya es capaz de subsistir.
Nuestra sociedad considera que las personas que han alcanzado un estado de evolución muy alto, cuando por ejemplo en la etapa productiva de la vida que es entre los 20 y 60 años, son exitosas en los negocios, actividades científicas, culturales, deportivas, políticas, etc…
Pero es frecuente que esas personas sean exitosas en una o más áreas de su vida pero limitadas en otras porque hay áreas psicológicas como la baja autoestima, la coodependencia, los resentimientos, las represiones, etc, que les impiden desarrollar en forma integral su personalidad y encaminarse hacia el amor pleno, consciente y sin límites.
Este proceso de capacitarse para amar cada día más profundamente no termina nunca y es éste proceso el que conduce hacia la plenitud de la vida. O sea se nace y vive para llegar a ello.
Para hablar de consciencia primero hay que definirla y hay que diferenciarla de las programaciones que la persona tiene en su subconsciente, el no hacerlo crea confusión. Pero la consciencia es la percepción de una vida superior donde la libertad personal para sentir, pensar y actuar está inspirada en la belleza, la armonía y el bien personal y de todo lo creado por Dios. La consciencia en sí misma, en su esencia esta desligada de las costumbres o hábitos, de las ideas que nos transmite la cultura y que nos hacen pensar y actuar casi obligadamente en la forma que ella nos indica. Este proceso de obediencia lo llevan a cabo en forma inconsciente la generalidad de las personas, sin importar el nivel socioeconómico ni cultural, ni aún religioso.
Por ejemplo en el pasado muchas cosas se hicieron se dieron por buenas, siendo hasta obligación espiritual y legal, cumplir con preceptos que dañaban la dignidad y calidad de vida, pero que hoy en día se rechazan. Tal es el caso del “Machismo” y del irrespeto hacia la naturaleza.
Si en el momento en que el machismo estaba en su apogeo, más que acomodarse a las directrices culturales que lo daban por bueno, se hubiese reconocido plenamente la dignidad que por herencia de Dios tiene toda mujer. De hecho que ellas no hubieran tenido que aguantarse por imposiciones de la moral y legales tantas humillaciones y limitaciones, que por supuesto afectaron la calidad de vida de la familia como un todo y de los hijos en particular.
Actualmente con respecto al machismo las cosas están cambiando, pero éste es más un cambio de derechos legales, más que de un percibir las cosas desde la Consciencia. Se busca antes que todo sofocar y amarrar los instintos desbocados del macho, pero la mujer sintiéndose ya un poco libre se pone a imitar y a trabajar en lo que los hombres han dicho y hecho para darle sentido a la vida, que no es más que como el macho mira la vida a través de la testosterona, la hormona que mueve sus instintos. Es pues una contradicción luchar como lo ha hecho la mujer para cambiar la esencia de la apariencia y no el fondo del asunto.
El camino de la mujer libre es diferente del camino del hombre, porque su naturaleza es diferente y por tanto el modo de realizarse también lo será, aunque ambos senderos han de llevar a estados de consciencia superiores que se caracterizan por la dignidad, el bien, la libertad, la belleza, la armonía y el altruismo de quien lo ha logrado alcanzar.
Con respecto a la Naturaleza la situación es similar, si la misma fue creada por Dios no ha existido razón para maltratarla como se ha venido haciendo, si se siente que en ella se refleja su Voluntad Creadora, la actitud y relación del ser humano debería ser de respeto y fraternidad. La gente la destruye porque la cultura así se lo enseño, la moral se lo permite. Actualmente esto se esta controlando con las leyes que castigan a quien la dañe para no afectar los recursos económicos que de su preservación se obtienen (turismo, agua, madera, etc), pero esto no significa sea un acto nacido de la consciencia, ya que se apoya en una visión materialista/consumista antes que de solidaridad compromiso y respeto hacia la Voluntad de Dios que la creó.
Amar la Naturaleza como lo hizo Francisco de Asís nos indica que él vivía en un estado de consciencia muy elevado…
Si a los niños y a los hijos de cada quien en particular, se les percibieran como criaturas con un origen Divino, las cosas no se harían tan a la ligera, ni tan irresponsablemente, aunque los padres se estresen para justificar su buen desempeño en este campo. Desde la concepción el asunto anda mal porque para participar con Dios en el acto creativo, las parejas deberían purificar sus cuerpos y sus mentes desde mucho antes del acto copulativo para procrear.
Elevar la conciencia sería que la mujer piense, siente y viva la idea que su vientre es un templo donde se alojará un pensamiento de Dios transformado en ser humano y que el varón también lo perciba así. La criaturita que nacerá antes que hijo/a de ellos se le percibiría como hijo/a directo de Dios. Así en adelante se le daría un trato, cuido y orientación que fortalezca esa dignidad que heredo del Rey del Universo, quien es su verdadero Creador. Así asumiría responsablemente la misión que Él le asigno (que con toda seguridad ni es la asociada con el machismo, ni con la destrucción de la naturaleza, ni el consumismo.
Para tener una mejor idea de las características y atributos de la Consciencia debe tenerse en cuenta que ella siempre exige, sin importarle nuestras limitaciones interiores, como por ejemplo una baja autoestima. Es implacable, no acepta nada a medias. Exige evolución pero éste camino a las alturas no se puede transitar si no se goza de autonomía, que es la libertad personal asumida con dignidad, responsablemente, sin codependencias, apegos hacia ideas, sentimientos, persona y cosas.
La Consciencia exige que toda persona desarrolle su existencia con plenitud, lo que es lo mismo que cumplir con la misión que Dios le ha dado, lo cual va de acuerdo a las características personales con que Dios le dotó.
Creer que se están haciendo las cosas bien, que se esta cumpliendo con la vida porque se transita portándose bien por caminos que otros le trazaron, sin valorar que es aceptable y conveniente para alcanzar su autonomía y desarrollar armónicamente sus facultades personales, potencial que Dios a puesto en cada uno para cumplir obligadamente una misión que cada quien debe percibir desde su propia consciencia cuál es, sin que medie la imposición de la cultura, la voluntad de otras personas o el temor propio a tomar las riendas de su vida por inseguridad personal, fenómeno que se presenta en la mayoría de las personas adultas como el mayor estigma existencial.
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